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LUN 15.05.2017
Muchos son los términos originados en el fútbol o relacionados con él que recoge el DEL (Diccionario de la lengua española), alguno de ellos (hincha, derbi, alirón) ya se han comentado en esta sección. No es raro tampoco que el diccionario recoja epónimos, nombres propios convertidos en comunes por diversas razones: quijote, donjuán, rebeca, pamela, narciso, guillotina, cicerone… Bien, pues el fútbol, nuestro fútbol (y una vez más nuestro Athletic), también le ha regalado al diccionario uno de estos epónimos, pichichi, definido así:
1. m. En el fútbol, jugador que marca más goles durante la liga española y, por ext., goleador.
2. m. En el fútbol, distinción honorífica que se concede al pichichi.
En 1953 el diario deportivo Marca creó el premio al máximo goleador de la temporada liguera y tuvo el acierto de nominarlo con el apodo de uno de los jugadores más emblemáticos de los albores de nuestro deporte, el de Rafael Moreno Aranzadi, conocido como "Pichichi", un goleador del Athletic Club del primer cuarto del siglo XX, precisamente el primero en marcar en San Mamés, lo que sucedió el 21 de agosto de 1913, día en que se inauguraba el moderno estadio bilbaíno, en un partido contra el Racing de Irún.
Pichichi, nacido en el Botxo,en 1892, sobrino de Miguel de Unamuno, dio desde pequeño muestras de que haría carrera en el nuevo deporte. Burreaba a los chicos mayores –fueron estos precisamente los que le pusieron el cariñoso apodo– en las plazuelas de su Casco Viejo natal y se hinchaba a meter goles en porterías hechas con palos y txamarras. Empezó a jugar en el Athletic con 19 años, ya con el mítico pañuelo blanco anudado en la cabeza, que colgaría al mismo tiempo que las botas. Se retiró diez años y setenta y ocho goles después. Murió al año siguiente de su retirada, en 1922, sin haber cumplido aún los 30, a causa de unas fiebres tifoideas que, dicen, fueron provocadas por unas ostras en mal estado.
Los mitos, ya se sabe, generan esa mezcla de anécdotas y hazañas a la que llamamos mitología y que la historia, en este caso la de nuestro fútbol, custodia como un tesoro. Y Pichichi fue uno de esos héroes valientes, avispados generosos y socarrones que se quedan para siempre a la orilla de la leyenda.
Fue el primer futbolista profesional del Athletic, el primero que cobró un sueldo por jugar al fútbol, formó parte de la primera selección española, la que obtuvo la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920, fue árbitro el año que transcurrió entre su retirada y su muerte, ¡y debutó precisamente en San Mamés! Cuentan que nunca se entrenó y que suplía su falta de fuerza física –fue rechazado una vez para el servicio militar por "estrecho de pecho" – con la inteligencia y la picardía que había mamado en la calle, y que le llevaron incluso a compincharse con sus amigos para que entraran al campo y se suspendiera un partido que el Athletic perdía de mala manera contra los vecinos del Arenas de Getxo.
Pichichi tiene una calle en Bilbao, en el mejor sitio posible, junto al estadio de San Mamés. Y seguramente le habría gustado saber que el primer trofeo que llevó su nombre lo gano otro mito del Athletic: Telmo Zarra. Son muchos, es verdad, los futbolistas que han dado nombre a estadios, calles y torneos, pero desde 1926 a Rafael Moreno Aranzadi se le rinde el homenaje más hermoso que se le pueda dedicar a un futbolista en todo el mundo: el capitán del equipo que por primera vez visita La Catedral, acompañado por el del Athletic, deposita un ramo de flores junto a su busto, que hoy se encuentra en el mejor emplazamiento posible: a la salida del túnel de vestuarios, donde se empieza a vivir el partido, donde se empieza a imaginar el gol, donde el césped huele a fútbol.
El capitán del Leganés, Mantovani, hizo entrega en nombre del club de la tradicional ofrenda floral a Pichichi por su primera visita pic.twitter.com/dSIPuB6Gkm
— C.D. Leganés (@CDLeganes) May 14, 2017
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