Origen del apodo de la afición del Atlético y del FC Barcelona

Llega uno de los partidos más destacados de LALIGA EA SPORTS entre dos históricos del fútbol español. Dos de los equipos más laureados, con aficiones fieles con apodos muy aceptados por sus aficionados. Pero, ¿por qué se llama colchoneros a la afición del Atlético de Madrid? ¿Y culés a los del FC Barcelona?

¿Por qué los aficionados del Atlético de Madrid son ‘colchoneros’ e 'indios'?

Hay dos grandes apodos dedicados a los atléticos, uno de origen claro y otro algo más difuso. El primero, íntimamente ligado a los colores rojiblancos, es el de ‘colchoneros’. Y se debe a los uniformes y colores que el club viste desde 1911.

Tras la Guerra Civil Española (1936-1939) los colchones estaban de forma generalizada forrados en España con rayas blancas y rojas. Los colores de las camisetas del Atlético de Madrid, de ahí el porqué de este apodo.

La segunda denominación más generalizada es la de ‘indios’, y en este caso, el origen es más difuso. Fue habitual en la década de los 70 que llegaran a orillas del Manzanares jugadores de América del Sur como Cacho Heredia, Panadero Díaz o Ayala. En muchas ocasiones, de modo despectivo, comenzó a llamarlos ‘indios’. En la década de los 80 se usó ese mismo apodo para Hugo Sánchez cuando firmó por el Atlético de Madrid, siendo máximo goleador de LALIGA EA SPORTS.

Cuando el delantero mexicano fichó por el Real Madrid, los aficionados asumieron con mayor orgullo el apodo como forma de oponerse a su gran rival. Y hoy en día es habitual ver en el Metropolitano a seguidores del Atlético ataviados con gorros de indios. Incluso la mascota del club se llama Indi.

Por qué los aficionados del FC Barcelona son ‘culés’?

Para referirse a la afición del FC Barcelona, dos denominaciones destacan sobre el resto. Blaugranas, por el uso del catalán para referirse a las indumentarias azul y grana del equipo. Y culés, que nace en uno de los primeros estadios de los que dispuso el club.

Nacido en 1899, entre 1909 y 1922 el equipo jugó en un pequeño estadio con capacidad para 6.000 aficionados. Antes había ‘residido’ en la calle Muntaner, pero el creciente interés por el club le obligó a buscar un nuevo emplazamiento. En la calle de la Industria (actual calle París) se levantó el que se llamó ‘La Escopidora’ por sus pequeñas dimensiones, que pronto fueron rebasadas.

Allí jugó el FC Barcelona hasta que en 1922 se inauguró Les Corts. En sus últimos años, la gente apenas cabía y muchos se sentaban en la parte alta de la tribuna. Tal es así que desde la calle se veían sus espaldas… y sus traseros. De ahí que se comenzará a denominar a los aficionados (y por extensión a los jugadores) culers, término usado para denominar a quien enseña el culo. El apodo se popularizó y de su pronunciación surgió el más usual culé.