Oiartzun KE, del origen a la cima del fútbol femenino español

El Oiartzun es distinto. Sus partidos se juegan en el Karla Lekuona, rodeado de un río, Oiartzun Ibaia, y de un bar. Depende del frío, o no, después del entrenamiento, las futbolistas se bañan en el río. El bar está a escasos metros del campo de fútbol. Todo el que entra, sale con una bufanda del equipo. El Oiartzun es uno de los equipos con más historia del fútbol femenino español. Hace dos temporadas, regresó a la Liga Femenina Iberdrola y, la pasada jornada, sumó su primera victoria del curso.

No había mejor manera de comenzar la segunda vuelta.
Espanyol 0 OiartzunKE 2 @Arranz_3 @Carolgp9
¡Vamooos!#LigaIberdrola pic.twitter.com/snhIeywu3g

— Oiartzun KE (@OiartzunKE_) January 15, 2017

El Oiartzun nació en 1975 y, seis años después, llegaron las chicas. "Fue en 1981, y gracias a Iñaki Artola, movido por su hija, Eli Artola, y por un grupo de jóvenes de la zona. Se dirigieron al club, entonces a Karla Lekuona, y arrancaron con el proyecto. Nunca hubiesen imaginado todo lo que han conseguido". Lo cuenta Koldo Fernández, presidente del Oiartzun y uno de los culpables, junto con muchos más, de que el Karla Lekuona se llene todos los fines de semana. Entre otros, el propio Iñaki Artola. "Entrenó a los juveniles y también a las chicas. Fue el alma máter del nacimiento del fútbol femenino en Guipuzcoa, junto a Carlos Romero, del Añorga", cuenta Koldo, el máximo dirigente del club desde hace seis años. 

En 1991, el Oiartzun tocó el cielo. El conjunto vasco se proclamó campeón de la máxima competición del fútbol femenino español. "Nacimos como nexo de unión entre la familia, el colegio y el deporte. Sin embargo, y dentro de la evolución propia del club, hay clubes que, además de esa labor, también compiten al máximo nivel, como es el caso del equipo de chicas", subraya Koldo. 

Para un club como el Oiartzun, la entrada de LaLiga en el fútbol femenino ha supuesto un soplo de aire fresco. "Para nosotros, el apoyo de LaLiga ha sido fundamental, apostamos al 500% por ello. 

El Oiartzun es un club familiar. Todos se conocen. La persona que corta el césped, la que anuncia los onces por megafonía, la que atiende al club rival. "Todos los directivos están por amor al arte. No cobran nada, más bien ponen dinero de su bolsillo. Y cuando digo todos es todos, incluidos los entrenadores, los delegados, etc. El trato con las jugadoras es directo", explica Koldo. Si van a ver un partido al Karla Lekuona, lo entenderán enseguida.