Reportajes
MAR 01.07.2014
"Messi es un gran jugador, está bendecido, y no puedes escapar de él. Messi es de Júpiter". Así definía Stephen Keshi, seleccionador de Nigeria, al jugador del FC Barcelona tras el último encuentro del Grupo F. Y es que el extraterrestre Lionel Messi está realizando una Copa Mundial de la FIFA sublime. Con sus cuatro tantos ha colocado a la selección argentina en octavos de final y ha hecho historia al convertirse en el tercer jugador de su país que marca en tres partidos seguidos en un mundial.
Pero Messi no se conforma con eso y quiere volver a conquistar América como ya lo hicieron otros '10' ilustres de la albiceleste. Quiere ser el Mario Alberto Kempes o el Diego Armando Maradona de su generación, y para lograrlo tendrá que superar a Suiza.
Junto al cuatro veces ganador del Balón de Oro, estarán otros jugadores de la Liga BBVA como Ángel Di Maria y Javier Mascherano, piezas clave del conjunto de Alejandro Sabella. 'El fideo', que cumplió ante Nigeria el partido 50 con su selección, sigue dejando atrás a los rivales con su velocidad. Mascherano es el máximo pasador del campeonato con 311 entregas y un muro en el centro del campo, donde está entre los jugadores que más balones han recuperado, un total de 23.
Del bando del combinado europeo dos jugadores que han disputado la Liga BBVA esta temporada, Haris Seferović con la Real Sociedad de Fútbol y el veterano Philippe Senderos con el Valencia CF, intentarán dar la campanada y controlar a los Messi y compañía. Estos dos combinados se han cruzado tan sólo una vez en un mundial. Fue en la cita celebrada en 1966 y entonces Argentina venció por 2-0 a los helvéticos. En todos los choques entre estos equipos, Suiza nunca ha conseguido doblegar a los sudamericanos: ha empatado dos veces y ha perdido cuatro.
La selección de Alejandro Sabella ha disipado con el paso de los partidos algunas dudas que generó en la fase de clasificación y con un pleno de victorias en la fase de grupos se postula como una de las favoritas para alzarse con el título. Enfrente tendrá a un equipo muy disciplinado tácticamente pese a los seis goles que ha recibido en la fase de grupos y que busca igualar su mejor papel en un mundial, los cuartos de final que logró en 1954, cuando fue anfitrión.
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