Nota de Prensa
VIE 14.03.2014
La piratería es uno de los grandes problemas del fútbol. Esta mala práctica, ilegal y ya perseguida por la justicia, perjudica gravemente los intereses de los clubes y de todos los trabajadores relacionados con nuestro deporte.
Es responsabilidad de la Liga de Fútbol Profesional perseguir y denunciar la piratería. Por ello, la LFP apela a lo que los aficionados más quieren: los colores de su club. Por culpa de la piratería el fútbol se encarece, los estadios no se llenan y hay menos abonados que ven fútbol de manera legal. Los clubes pierden potencial para tener a los mejores jugadores y competir con los más fuertes.
La campaña anti-piratería tiene como objetivo llegar a todos los aficionados del fútbol a través de una acción publicitaria en la que se simboliza el daño que sufre el deporte con el fraude audiovisual.
Tanto los spots, como los vídeos de las estrellas de la Liga BBVA y la Liga Adelante recrean escenas en las que los aficionados agreden a futbolistas con sus mismos colores transmitiendo el mensaje de que, quien piratea fútbol en realidad va en contra de su equipo y de su propia competición.
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