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JUE 08.02.2018
Llego a Corea, con una maleta en cada mano, con mi mochila de LaLiga a la espalda. Sigo las alfombras fucsias de los Juegos, está todo muy bien indicado. Y si en algún momento titubeo, los voluntarios se acercan a ayudarte. Eso me ha pasado al bajar del tren en Gangneum, para coger el bus de enlace a la Villa de Medios. Estaba preparada para que me ayudasen con una de las maletas, pero no lo estaba para la conversación. Un chico, joven (imposible descifrar su edad), llamado Ji Hun (lo pone en su acreditación), que al verme me dice:
-¿Española?
-Sí, ¿cómo lo has sabido?
-Por la mochila, pone LaLiga, y soy un gran fan.
-Ala, ¿y eso?
-Soy del Sevilla.
Lo reconozco, mi sorpresa fue mayúscula.
-¿Del Sevilla? ¿Por qué?
-Porque el año pasado fui al Sánchez Pizjuán.
-Y te enamoraste.
-Sí.
Me enseñó una foto, en la puerta del Pizjuán, equipado con el chándal del Sevilla y con la bufanda. Todos los demás periodistas habían subido al bus, solo faltaba yo y me tuve que despedir corriendo, no sin antes pedirle una foto. Ni 24h en Corea y ya hemos encontrado al primer fan. No es fútbol. Es LaLiga.
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