El derbi catalán clausura la XXV edición de LaLiga Promises

No era una previa cualquiera. No era un partido cualquiera. Esperaba la final de la XXV edición de LaLiga Promises. Para no fallar a una cita tan bonita, los protagonistas eran de altura. Fútbol de etiqueta de un FC Barcelona y RCD Espanyol que se medían en el derbi catalán con el trofeo de LaLiga Promises como premio a la victoria final.

Ilustres invitados como Marcos Senna, embajador del Villarreal CF y de LaLiga Santander, y experimentado en este tipo de duelos, no quiso dejar pasar la oportunidad de hablar de los más jóvenes antes del partido que decidía el título: “Mi consejo es que disfruten, porque cuando un jugador disfruta y está relajado tiene grandes posibilidades de ganar la final”. Recogía bien el mensaje, Bryan, delantero del FC Barcelona, consciente de la importancia de no perder la identidad: “Teníamos que ser nosotros mismos, quitarnos el miedo”.

La victoria era especial y así fue para el FC Barcelona, que conseguía su décimo campeonato de la mano de Marc Serra: “Este es el torneo que deseaban jugar toda su vida. No sólo ellos, nosotros también. Yo no soñaba con ser entrenador en una Champions League, sino con serlo en LaLiga Promises”.

La victoria azulgrana tuvo varios protagonistas y entre ellos Pau Prim, que agradeció a todos los que habían hecho posible este nuevo título de La Masía: “Dedicamos este triunfo a nuestras familias que nos hayan apoyado durante todo el torneo, a nuestros entrenadores y a Jan, que no ha podido jugar el torneo”.

Era la hora de bajar el telón y echar la vista atrás para ver que este torneo se va superando cada año que pasa. Próxima parada New Jersey, enclave principal para el crecimiento de un campeonato que sigue dando pasos agigantados: “LaLiga y el fútbol español está donde están porque los clubes trabajan muy bien la cantera, y eso es parte de nuestra internacionalización”, valoraba Javier Tebas, presidente de LaLiga.