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DOM 10.04.2016
Quedaba el último pasaje de esta bonita experiencia. Y al fin llegó. Los fans comenzaron el día cogiendo fuerzas con un gran desayuno en vistas del día tan intenso que les esperaba. Algunos de ellos equipados con la indumentaria de la Real Sociedad y otros con la del FC Barcelona, juntos formaron un equipo para fotografiarse en una instantánea que quedará para el recuerdo.
Poco a poco la emoción se iba apoderando de ellos, quedaban pocas horas para que empezase el encuentro y los nervios empezaban a estar a flor de piel. Tras el almuerzo, compartir un rato con los aficionados del equipo txuri-urdin y formar parte de sus ritos y tradiciones antes del partido fue algo que guardarán en su memoria.
Los prolegómenos del choque llegaban y los autobuses de Real Sociedad y FC Barcelona se acercaban al escenario de este apasionante encuentro. Asombrados de lo que estaban viviendo, los seguidores, animados por el fervor del ambiente que se respiraba, pudieron contemplar a tan solo unos metros la llegada de sus ídolos y lograr una firma suya. El calentamiento disparó su energía al máximo, ya que prácticamente lo presenciaron como un miembro más de cualquiera de los dos equipos, a pie de campo.
Con la efusividad de lo que estaban viviendo y la animosidad de lo que aún quedaba por llegar, el balón echó a rodar en Anoeta. Una mezcla de sensaciones que se vio reflejada en alegría, gritos, aplausos y ánimos que perduraron los 90 minutos de partido. El gol de Oyarzabal a pocos minutos del comienzo y la incertidumbre hasta el final lograron que esta experiencia fuese aún más emocionante. Un certificado de esta bonita vivencia cerró lo que hace tres días había comenzado como un verdadero sueño y que ya es ahora una realidad.
© LALIGA - 2016