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MAR 12.04.2016
Para ganar al FC Barcelona hay que completar una actuación perfecta. Necesitas ser capaz de desplegar tus armas para conseguir anotar, pero esto no vale de nada si no eres capaz de frenar su potente caudal ofensivo. La Real Sociedad lo consiguió. Les detuvo gracias a un impresionante trabajo grupal, y también gracias a que Rulli demostró todo su repertorio
Solo el Espanyol había conseguido dejar la puerta a cero vs Barça
Pero antes de sufrir y defender con orden y disciplina, el conjunto de Eusebio se las ingenió para batir a Bravo. Lo hizo pronto, en una de sus primeras llegadas, como si una de las premisas pre-partido hubiera sido buscar una jugada parecida. Mikel Oyarzabal sorprendió apareciendo en el área para cabecear impecablemente un centro de Xabi Prieto.
La pregunta es… ¿por qué sorprendió la posición de Oyarzabal?
En los primeros compases de partido, cuando la Real tuvo que aguantar los primeros minutos replegado mientras el Barça comenzaba a desarrollar su juego ofensivo, los hombres de Eusebio formaban así:
El joven de Eibar se ocupó de trabajar el carril izquierdo de su equipo, situándose en una línea de cinco centrocampistas con la que los vascos intentaron bloquear la circulación azulgrana. Así continuó defendiendo tras el gol.
Pero además, él era el hombre que se lanzaba a acompañar a Vela en las posiciones más adelantadas cuando los suyos robaban el balón y contragolpeaban. Siempre partiendo desde la segunda línea, sorprendiendo con la diagonal hacia dentro.
Oyarzabal completó más remates (2) y robos (8) que ningún otro realista
Este desempeño de Mikel (1997) resultó determinante para la Real Sociedad. Demostró su capacidad para sufrir y cubrir espacios con inteligencia cuando le tocó defender a Alves, pero además ofreció un clinic de movimientos sin balón en fase ofensiva.
Y de su remate, qué podemos decir…
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